La idea es que consigas un aspecto radiante y que “brilles” a tu paso. Para conseguirlo, tienes que elegir la base de maquillaje adecuada. ¿Cómo hacerlo? Pues tienes que fijarte en:
- El color y la textura del maquillaje. Una vez elegido realiza una aplicación uniforme del mismo.
- El tono tiene que ser el más parecido al de tu piel.
- Prueba el maquillaje en el rostro.
- Mira el color en la luz natural del día, ya que el tono varía según la luz.
- Durante el verano, si te pones morena, utiliza un tono adecuado a tu piel en ese momento.
Es importante no sólo elegir el color, sino también entre las diferentes texturas de maquillaje en función de lo que desees conseguir: luminosidad, más cobertura, un ligero toque de color, más mate que brillo… Para ayudarte a escoger, te hablamos de las más habituales.
- Fluida: se funde perfectamente con el color y la textura de la piel dando una imagen muy natural.
- Crema, larga duración: resultado impecable, 100% uniforme.
- Mousse: piel de melocotón increíblemente suave. Proporciona una tez impecable y un acabado empolvado sin perder en luminosidad. Perfecto para pieles desde normales hasta grasas.
- Barra: extremadamente cubriente. Estas bases nacieron para ser utilizadas por los actores de teatro o de cine. Más adecuadas para la noche. Es mejor evitarlas en pieles grasas.
- Polvo compacto: Indicado en pieles mixtas y grasas. Absorben el exceso de grasa y evitan el desplazamiento del color y los brillos.
- BB Cream: Cobertura ideal ultra ligera e hidratante, no grasa, que se absorbe perfectamente y sin efecto máscara.
Hay que tener en cuenta que el resultado también dependerá del estado de nuestra piel, así que tendremos que prestarle especial atención cuidándola a diario con una limpieza e hidratación adecuada.¡Elige el maquillaje que más de adecúe a ti y brilla!
Centro de Estética Susana Basurto