Para comprender este producto que Biologique Recherche ha elaborado con mimo, consciente de que el problema que vamos a tratar afecta fundamentalmente a las mujeres, por razones estructurales y hormonales, es necesario conocer la piel y comprender su mecanismo, así como el proceso de la lipogénesis.
El hombre también puede verse afectado pero de una manera menos generalizada.
La adiposidad
El tejido adiposo
La hipodermis es la capa más profunda de la piel. Contiene una sustancia en la que se encuentran los adipocitos. El conjunto forma lo que llamamos el tejido adiposo.
Este tejido representa una media del 15 al 20% de la masa corporal en un adulto de peso normal.
La hipodermis asegura muchas funciones primordiales:
- Juega un papel de termo-regulación.
- Protege al cuerpo de los golpes.
- Modela el cuerpo y le da forma.
- Juega un papel de reserva energética: acumula y libera los lípidos según las necesidades del organismo.
- Corresponde a un órgano endocrino: integra las señales hormonales y responde secretando adipoquinas. Estos péptidos van a actuar sobre diferentes órganos como el hígado o los músculos.
El adipocito es la célula grasa que acumula los lípidos como reserva. Existen dos tipos de tejido graso: el tejido graso blanco y el tejido graso marrón. Sus propiedades son diferentes. En los adultos predomina la grasa blanca.
Los adipocitos
Como hemos visto anteriormente, el tejido adiposo está formado por adipocitos. Estas células almacenan el exceso de energía aportado por la alimentación en forma de grasa, son esféricas, de un diámetro de algunas centenas de micrómetros, ayudan a acumular la energía después de la comida en forma de triglicéridos en el seno de gotitas lipídicas intracelulares rodeadas de proteínas llamadas perilipinas, sin causar toxicidad. Los triglicéridos son sintetizados en estas células a partir de ácidos grasos y de glicerol: es lo que llamamos el fenómeno de la lipogénesis. Los ácidos grasos provienen de los lípidos circulantes mientras que el glicerol es producido a partir de la glucosa contenida en los azúcares obtenidos a partir del lactato o de piruvato.
En caso de aumento de peso, los adipocitos, primero van a aumentar de volumen antes de multiplicarse, si el aumento de peso es importante. Por el contrario, el número de adipocitos no disminuye en caso de pérdida de peso, lo que facilita recuperar el peso perdido.
Los adipocitos se reagrupan en lóbulos, visibles al ojo, separados por finos tabiques conjuntivos que contienen fibroblastos, macrófagos, mastocitos y fibrillas de colágeno.
Distinguimos 2 tipos de adipocitos, los blancos y los marrones:
1. Adipocitos blancos
Los adipocitos de la grasa blanca tienen una gran vacuola. Su gran tamaño empuja los orgánulos, el núcleo y el citoplasma a la periferia celular. Su volumen puede verse aumentado hasta casi 50 veces. Se agrupan en lóbulos grasos contenidos en pequeñas celdas limitadas por tabiques de tejido conjuntivo, donde se sitúan los vasos y nervios que van hacia la dermis. El organismo tiene entre 50 y 80 millares de células adiposas.
Los adipocitos blancos se pueden aislar en el seno del tejido conjuntivo suelto y en la médula ósea, o formar grupos para constituir el tejido adiposo blanco. La grasa blanca es la más importante reserva energética del organismo.
2. Adipocitos marrones
Al contrario que los adipocitos blancos, los adipocitos marrones tienen un núcleo central y un citoplasma lleno de numerosas pequeñas vacuolas lipídicas (la célula se llama multilocular) y de amplias mitocondrias.
Sobre todo abundan en los mamíferos que hibernan, la grasa marrón está sin embargo presente en la especie humana, principalmente al comienzo de la vida. En el feto y el recién nacido se reparte en la región interescapular, alrededor de los grandes vasos (axilas, cuello), alrededor de los riñones y el corazón. En los adultos, su persistencia no está tan clara.
A nivel de la piel de la espalda, justo después del nacimiento, notamos la presencia de este tejido graso marrón. Su actividad respiratoria, importante, permite generar calor y proteger así al recién nacido durante los primeros meses de vida. En efecto, las mitocondrias de los adipocitos marrones contienen una proteína, la termogenina, que permite disipar la energía de las oxidaciones en forma de calor.
Desarrollo del tejido adiposo
Los adipocitos se multiplican (hiperplasia) principalmente en el curso de tres periodos:
- 1. Los tres últimos meses de embarazo.
- 2. El primer año postnatal.
- 3. La adolescencia.
Fuera de estos periodos el número de adipocitos de un individuo de corpulencia normal es fijo. La masa grasa no aumenta más que por aumento del tamaño de los adipocitos: hipertrofia adipocitaria. En casos específicos el número de adipocitos puede aumentar en la edad adulta: por ejemplo, en caso de obesidad mórbida. Los adipocitos son células extensibles encargadas de almacenar ácidos grasos en forma de triglicéridos. Cuanto más importante es el aporte de grasas alimentarias, más voluminoso se vuelve el adipocito.
Si bien no podemos hacer nada contra factores inmutables (hereditarios, hormonales), es cierto que respetando una buena higiene de vida, un régimen alimentario equilibrado y practicando una actividad física regular, estamos ante el primer paso hacia una mejora del aspecto de la silueta. Sin embargo, desgraciadamente, a pesar de los esfuerzos, en muchas personas el exceso de células adiposas es resistente a los mejores regímenes.
La obesidad es más elevada en las mujeres (17,6%) que en los hombres (16,1%), el sobrepeso es más importante en los hombres (41%) que en las mujeres (24%). Las mujeres tienes dos veces más adipocitos que los hombres. La repartición del exceso de lóbulos grasos en el caso de las mujeres es principalmente ginoide (nalga-fémur), localizada en la región bajo el ombligo, nalgas, muslos e incluso en la cara interna de las rodillas y la cara posterior de los brazos. En el caso de los hombres es androide (abdomino-mesentérica), localizada en el vientre.
Lipogénesis
La función principal de la hipodermis es ser una reserva de energía. En efecto, asegura un almacenamiento en forma de grasa durante la lipogénesis pero también su liberación por consumo de estas grasas durante la lipólisis.
La lipogénesis se hace en forma de triglicéridos. El tejido adiposo blanco encierra la casi totalidad de los triglicéridos almacenados en el organismo; representa una de las más importantes reservas energéticas del organismo. Después de la comida, los ácidos grasos ingeridos van a ser almacenados en forma de triglicéridos en los adipocitos. Cuando realizamos esfuerzos físicos, o cuando el organismo necesita energía, es necesario llamar a esta reserva: tiene lugar la lipólisis, transformando los triglicéridos en ácidos grasos y liberando energía. Es a esta reserva a la que recurre el organismo cuando las reservas de glúcidos se agotan (ayuno, esfuerzos físicos, lucha contra el frío, etc), o son inutilizables (diabetes grave), lo que provoca la lipólisis.
La celulitis
La obstrucción de los adipocitos
La celulitis es una acumulación de grasas en la hipodermis, lo que lo diferencia de una sobrecarga ponderal, que es una acumulación de grasas entre los músculos y los huesos.
Cuanto más grande es el aporte alimentario en grasas, más voluminoso se vuelve el adipocito. Se infla como un balón para acumular el exceso de grasa, aumentando su tamaño hasta 50 veces (es lo que llamamos hipertrofia celular). Pero llega un momento en el que la célula no puede aumentar más su volumen, en efecto, el adipocito adquiere su tamaño máximo y no puede almacenar más. Se produce entonces la creación de una nueva célula grasa. Si bien una restricción calórica permite desinflar fácilmente los adipocitos y reducir su volumen, será más complicado reducir su número. Una vez llenos, los adipocitos comprimen la dermis, capa intermedia situada bajo la epidermis, que contiene el tejido elástico de la piel, así como los vasos sanguíneos y linfáticos. Como consecuencia de la compresión, la dermis se desestructura y los vasos sanguíneos y linfáticos quedan presionados. El drenaje del agua y de las toxinas se ralentiza provocando una mala circulación sanguínea y una acumulación de toxinas. La nutrición de la epidermis se reduce notablemente lo que lleva a un espesamiento de la capa córnea, como mecanismo de defensa cutánea y a la consiguiente deshidratación.
El aspecto de la piel de naranja y la palpación ponen en evidencia cinco señales:
- › Aumento del espesor del pliegue cutáneo.
- › Sensación de nódulos en la piel.
- › Disminución de la movilidad de la piel en los planos profundos.
- › Aumento de la sensibilidad.
- › Fenómeno de «piel de naranja» al pinzamiento.
No tiene por que haber obligatoriamente exceso de peso.
Localización de la celulitis
La celulitis es una problemática frecuente que sufre esencialmente el sexo femenino por razones estructurales y hormonales. En efecto, son los estrógenos, una hormona exclusivamente femenina, los que estimulan la lipogénesis. Esto explica la aparición de celulitis después de la pubertad y su aumento en momentos tales como el embarazo o con la ingesta de anticonceptivos orales.
Tal como la sobrecarga ponderal, la celulitis llamada «ginoide» en el caso de las mujeres, ataca principalmente a las nalgas, las caderas, los muslos y las rodillas. La hipodermis está tabicada verticalmente.
En el caso de los hombres es «androide» y se sitúa en el vientre, las caderas, el cuello y la espalda. La hipodermis está tabicada oblicuamente.
Causas y consecuencias de la celulitis
La celulitis es el resultado de un desequilibrio entre los procesos de lipogénesis y de lipólisis. Puede tener como origen varios factores:
- › Hereditarios.
- › Hormonales.
- › Problemas circulatorios.
- › Problemas de nutrición.
- › Neurológicos.
Puede verse agravada por el consumo de nutrientes muy ricos, una falta de ejercicio, factores emocionales o incluso una mala higiene de vida (tabaco, alcohol).
Se caracteriza por placas más o menos duras con el aspecto de piel de naranja. Laszonas celulíticas contienen un compartimento adiposo y un compartimento hídrico intersticial, que provoca un fenómeno de retención de agua en los tejidos. Hay cápsulas fibrosas que provocan la aparición de nódulos (gordura anormal de forma redondeada). Este fenómeno de capitonaje está ligado a los tabiques conjuntivos de los lóbulos (pequeño lóbulo) almacenando los adipocitos. Forman un rombo con anclaje en la dermis. Cuando los lóbulos se distienden por la amalgama de adipocitos llenos de triglicéridos, la piel adquiere el aspecto de piel de naranja.
Las zonas más afectadas son la pelvis, las nalgas, los muslos, las caderas, las pantorrillas y parte alta de los brazos. Puede afectar, de manera excepcional, del mismo modo, a zonas profundas como la zona abdominal y la parte de atrás de la nuca (joroba de búfalo).
Se pueden diferenciar tres tipos de celulitis:
1. Celulitis adiposa o lipodistrofia
Resultante de una saturación en grasa de las células (Adiposis). Los adipocitos se multiplican y se amalgaman. La circulación de las grasas y de las toxinas se encuentra bloqueada y esto provoca una inflamación. La piel tiene un aspecto de piel de naranja y con capitones.
2. Celulitis acuosa o hidrolipodistrofia
Ligada a la retención de agua, puede estar muy unida a una mala circulaciónvenosa o linfática.
3. Celulitis fibrosa o fibrolipodistrofia
Proveniente de una fibrosis. En efecto, las fibras de colágeno que rodean los adipocitos se rigidizan y aprisionan las células grasas. Esta celulitis es muy dolorosa.
La celulitis provoca una alteración de la permeabilidad de las paredes de los capilares, lo que provoca una transudación del plasma que origina los edemas. Cada adipocito se desarrolla en una red de finas fibrillas de colágeno. Después de la aparición de un edema, estas fibrillas se multiplican en número y espesor, se produce un desarreglo de la estructura lobular del tejido adiposo y una alteración del riego sanguíneo. Numerosas células adiposas se ven rodeadas de una verdadera cápsula de fibras de colágeno formando nódulos dolorosos a la presión. Finalmente, la celulitis puede ser la causa de una constricción de los vasos sanguíneos y linfáticos. Estos vasos son obstruidos y como consecuencia, los residuos tóxicos que deberían ser eliminados se acumulan.
Los tratamientos anticelulíticos pueden reducir el aspecto de la celulitis. Los productos anticelulíticos deben ser utilizados en sinergia con el masaje anticelulítico que va a permitir reducir la presión que está ejerciendo el adipocito cargado, descongestionar y preparar la piel para una mejor penetración de los principios activos.
La solución Biologique Recherche
A la vista de esta problemática, Biologique Recherche pone a disposición de todos nosotros un nuevo producto, el Lipogen AC, un tratamiento multifunción destinado a tratar las zonas con sobrecargas adiposas localizadas y a disminuir el aspecto «piel de naranja». La silueta se rediseña y la piel recobra su firmeza y su aspecto liso. Un aceite que se absorbe de forma inmediata.
Su composición, rica en activos lipolíticos y drenantes, va a permitir tratar, tanto la celulitis adiposa, como la acuosa, activando la lipólisis y el aumento de la temperatura favoreciendo la activación de la microcirculación y la eliminación de los desechos. Como beneficio añadido, la disminución de las células adiposas y acuosas participan en la atenuación y la prevención de la celulitis fibrosa.
Los beneficios de lipogen AC
- Mejora visiblemente el aspecto de la celulitis y del relieve cutáneo.
- Borra el aspecto «piel de naranja».
- Activa el drenaje y la circulación.
- La piel se vuelve más tónica, más lisa y más firme al tacto.
- Calma la piel reduciendo el dolor y las molestias al pinzamiento.
Centro de Estética Susana Basurto